Experiencia de un alumno
Todo comenzó con una introducción general del proyecto y sus alcances. Para poder tener un mejor panorama realizamos varias visitas, entre ellas, la primera y más importante: La hacienda-mezcal misma que íbamos a intervenir.
Recorrer, sentir y entender el espacio fue lo primero dentro de nuestro proceso creativo. Conocimos el proceso del mezcal y sus necesidades, también disfrutamos del paisaje y la comida en el mismo lugar.
Durante la primera semana realizamos propuestas y presentaciones en donde compartimos puntos de vista y correcciones. El intercambio de ideas fue determinante para darle forma a nuestro proyecto.
La segunda semana viajamos a San Miguel de Allende para explorar y tener una mejor comprensión de la arquitectura y las posibles intervenciones que se hacen en espacios que tienen años de construcción e historia. Conocimos varios de los “tasting rooms” de algunas marcas como por ejemplo “Casa Dragones” y su construcción para poder desarrollar nuestro proyecto.
Nos hospedamos en una hacienda, donde pasamos una semana proyectando y disfrutando del contexto natural y arquitectónico del lugar. Fue un espacio en donde la convivencia fue muy agradable, platicas, risas, nervios y el infaltable estrés.
Otra actividad que tuvimos en San Miguel fue la visita a un taller de adobe, en donde tuvimos la experiencia de la fabricación del adobe, esto amplio nuestro panorama sobre las propuestas de materiales que son usados en la construcción hoy en día.
Después de una semana en San Miguel regresamos a Querétaro para dar cierre a las propuestas, en donde el resultado fue mejor de lo esperado teniendo como resultado no solo un proyecto integral sino una experiencia muy satisfactoria.