Ponente: Juan Carlos Baumgartner
 
17 de noviembre del 2021
 
“Todos somos arquitectura, todos somos espacio.”

 
 
El Arquitecto Juan Carlos Baumgartner, director del despacho SPACE, egresado de la UNAM, con múltiples maestrías entre las que se encuentra la de Neurociencia Cognitiva aplicada al Diseño, nos habló sobre su filosofía de diseño, la importancia de la neuro arquitectura y su aplicación en los proyectos que realiza el despacho.
 
El Arquitecto nos compartió una breve introducción de la neurociencia, en esta introducción explicó la percepción errónea que se tenía del cerebro y sus funciones hace unos años y como esta percepción ha cambiado por medio de la investigación, experimentación y el avance tecnológico, mismos que nos han permitido comprender por qué cada cerebro reacciona de manera diferente a situaciones, acciones e incluso a ambientes y espacios construidos.
 
Baumgartner nos invita a pensar en la arquitectura, principalmente interior, como uno de los detonantes principales de las reacciones y conexiones neurológicas, siendo los espacios principales detonadores para la generación de neuronas.
 
 
Antes se pensaba que el límite de nuestro cerebro era, literalmente, el cerebro físicamente, ahora uno de los grandes descubrimientos de la neurociencia es que estos límites están más allá de nuestro cuerpo, están en el espacio que nos rodea y nos contiene. Por esto, el arquitecto establece que es importante pensar en la arquitectura como una extensión de nuestros procesos cognitivos.
 
El objeto o el espacio no es lo que es hasta que alguna persona lo utiliza, en ese momento el objeto y el espacio se convierten en extensiones del cuerpo y del cerebro; esto es lo que el arquitecto define como neuro arquitectura.
Posteriormente explica que cuando entendemos esta conexión del ser humano con su entorno, comprendemos que la arquitectura tiene el poder y la capacidad de sanar, al igual que dañar.
 
Baumgartner, hace una crítica hacía la arquitectura de moda y en tendencia porque muchas veces sólo se diseña para ser un producto o imagen de revista y deja a un lado aspectos importantes del diseño del espacio, mismos que son fundamentales para hacer el espacio habitable, por ende, este tipo de arquitectura en vez de proporcionar un espacio que ayude a la persona cognitivamente le hace daño.
 
Teniendo todo esto en mente el arquitecto se preguntó: ¿Cómo llevo esto a la práctica? ¿Cómo mi arquitectura puede evitar un daño en el usuario? Así fue como Juan Carlos buscó una herramienta para determinar cuando un espacio daña directamente al usuario e identificó la herramienta del dolor. Entendiendo cómo funciona el dolor, no necesariamente físico, él y su equipo identificaron y buscaron la forma de minimizar los elementos de diseño que causaban todo tipo de dolor, como el aburrimiento, la soledad, la depresión, entre otros.
 
Concluyendo, el arquitecto mencionó que en su despacho (SPACE) tienen una gran preocupación por minimizar el dolor a través del diseño, ya que entienden perfectamente el poder del espacio de curar o dañar a la persona.
Es importante recalcar que como arquitectos tenemos la responsabilidad de “ayudar, o por lo menos no hacer daño” a través del diseño y los espacios.
 
La conferencia concluyó con una serie de preguntas de los asistentes.
 

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