Por: Claudia Aceves
Alrededor del mundo se extiende una variedad impresionante de culturas y sus respectivos elementos que homenajean las raíces y tradiciones de cada una de ellas; México es reconocido – entre muchas cosas más – por sus manifestaciones artísticas y lo ligado que se encuentra con su cultura.
Gracias al festival y actividades que se realizan por el Día de Muertos, México se vuelve un foco de atención y admiración. Es considerada una de las celebraciones más coloridas y destacadas mundialmente haciendo énfasis en los disfraces de catrina o catrín, desfiles, altares y ofrendas.
No obstante, como se mencionó al inicio, hay una variedad extraordinaria de festivales y esta vez les presentamos uno bastante conocido alrededor del mundo por su magnitud y significado.
Festa de Redentore, Venecia.
El Festival del Redentor festeja el aniversario de cuando terminó la peste negra de 1576. Se lleva a cabo cada tercer domingo de julio y según algunos venecianos, esta fiesta es incluso mejor que “El Carnaval”; cada año, aproximadamente 25,000 fuegos artificiales iluminan la noche sobre Il Redentore mientras miles de personas observan el espectáculo desde sus botes.
Aunque ahora es todo un espectáculo y uno de los festivales más coloridos, refleja uno de los retos más grandes del ser humano con más de 50,000 personas que fallecieron por la enfermedad mencionada.
Venecia se salvó de la misma gracias a las acciones realizadas para reducir los riesgos, tales como la creación del hospital lazaretto (sitio donde se tratan enfermedades infecciosas) como método de cuarentena y las ahora conocidas máscaras de los doctores de la peste. Con el fin de agradecer la liberación de la misma enfermedad, se construyó la iglesia Il Redentore a manos del gran arquitecto Andrea Palladio.
La iglesia está ubicada en una isla en el canal de Giudecca, por lo que para llegar a la misma es necesario cruzar el agua como parte de una procesión simbólica y religiosa. En 1577 se llevó a cabo el primer ritual para colocar la primera piedra de la iglesia y desde entonces se ha mantenido la tradición.

Aunque este atuendo es actualmente relacionado con la muerte, se trataba realmente de los médicos de la época. Su vestimenta fungía como protección ante las enfermedades y los largos picos estaban llenos de hierbas aromáticas con el fin de purificar el aire y así, evitar las enfermedades.